sábado, 2 de diciembre de 2006




Siga los pasos:


1) Comience a caminar.
2) Deténgase al finalizar la acera.
3) Pulse el botón del semáforo para cambiarlo a verde.
4) Puede continuar, con cuidado, sin tropezar en el bordillo que está muy mal.
5) Gire a la derecha, junto a la valla que bordea el parque.
6) Baje la cuesta procurando no resbalar.
7) Contemple la imagen del rio; es de postal.
8) Se vifurcan los caminos ¡Atención! Escoja el más estrecho, el que sube hasta la Catedral.
9) La verá al cruzar de acera y pasar por debajo del puente de piedra.
10) No dude en preguntar como se llega a ella.
11) Es muy importante que siempre camine por la derecha; hasta las tres siempre en sombra.
12) Cuando el campanario vea aparecer de entre los tejados de las casas gire a la izquierda.
13) La calle se empina, está empedrada, y las paredes de las casas sucias, sin puertas ni ventanas.
14) En el número catorce, hace esquina, gire a la derecha y luego otra vez a la derecha.
15) Esta calle que tiene usted delante es muy larga y deja a su espalda la Catedral.
16) Llegue hasta la plaza que corona su final.
17) Mire hacia el frente, verá tres calles que se abren en abanico. Descienda por la de la izquierda.
18) Salimos de la ciudad: recuerde caminar siempre por su izquierda.
19) Pasará por tres huertas: dos grandes, valladas con piedra; la tercera con verja de metal.
20) Gire cuando aparezca la señal de prohibido adelantar, por el sendero que verá: no hay pérdida.
21) Todo el campo estará segado; a finales de Julio la vereda está descubierta. Perdices poniendo.
22) Sígala sin temor hasta cruzar la via del tren. Siempre en línea recta. No vuelva hacia la carretera.
23) Al otro lado de la vía del tren verá una indicación de “coto privado” y a sus pies piedra desnuda.
24) Pase por encima de la piedra y observe que abajo está el rio. Baje por el centro entre las rocas.
25) Al llegar al rio, en el meandro, verá piedras grandes que sirven de improvisado puente.
26) Pase con precaución. Hacia la mitad se mueven dos, luego, todo es normal.
27) En la otra orilla pasará entre dos gigantescos sauces que se inclinan a beber. Adelante.
28) Suba la cuesta hasta el camino de tierra. Paciencia, sólo es posible ascender por donde vé.
29) El paisaje de viñas se abre a sus ojos. Ya está a punto de llegar. Suba hasta el pueblo.
30) La primera casa que se encuentre, la mía será.
31) Entre sin hacer ruido -gorriones, golondrinas y el halcón- acérquese hasta el almendro.
32) Respire profúndamente el aire puro mirando hacia las montañas. Siempre huele a lluvia.
33) A la izquierda, junto al almendro, hay dos cipreses.
34) Entre los cipreses, ya habrá visto, una lápida sencilla, sin obstentaciones, oscura de musgo y gris.
35) Lea mi nombre, vea el camino, piense en su vida, respire tranquilo; esta ya está ocupada. Observe a mi alrededor: si no existe ninguna otra lápida es porque mi hijo sigue vivo ¡Gracias a Dios!, y mi mujer, otra vez, se ha arrepentido.