sábado, 21 de abril de 2007

Una noche.

¿Cuántas veces dices que me hablaste de él?
¿Y cuántas te dije que no lo quería saber?... ¿Cuántas?... ¡Mírame!.
¿Cuántos días te peinabas en el ascensor, o en el cristal del autobús, o al entrar en el portal?
¿Cómo decías que se llamaba?... ¿Cómo?
Pero ¿aquel no era el de Inmaculada?
¡Y tú... con él!... ¡Ese...!
¿Y ella? ¿Y sus hijos?
¿El amor?
¿Qué coño hablas tú del amor?
¡Qué nunca aprendí nada! ¿Qué...?

¡Te quise! ¡Te quiero! ¿Eso no significa nada?
¡Ah, No!... ¿Nada?
¡Nada...! No significa nada...

¿Nada?... nada... ¡Dios!... nada...
... espera, para, espera... quieta...

No despiertes a Pablo... espera.
Todavía tengo... lágrimas, miedo...,
y la navaja.