sábado, 10 de marzo de 2007

Mamá.

Llueve con tanta fuerza, que la ventisca esconde la casa de al lado, la del parque de abajo y el tejado justo encima de mi cabeza. Cuando llueve con tanta fuerza el agua, orgullosa como torrente embravecido se acompasa con las voces de los niños y el picar del pedrisco en el alfeizar. Un día como este, cuenta la historia, que en la casa de la colina, la mujer del relojero agarró con una soga por el cuello a su marido y le clavo las tijeras treinta y seis veces en la cara, y una en el corazón. Dicen, también, que el hombre aún tuvo fuerzas, con el rostro borrado por la rabia de su esposa, y el resto de vida que le quedaba, para levantarse del sillón, quitarse la soga, dirigirse a la puerta de casa, abrirla de una patada, y gritar endemoniado por el dolor en el instante justo que un trueno ensordecedor bramó asustando a todo el pueblo. Cuentan que calló de bruces delante de la puerta de casa mientras el agua de la lluvia lo desangraba. Descalza, la mujer descendió lentamente caminando bajo la tormenta con aquella mirada inolvidable. Sangró tanto el desdichado que el agua se tiñó de carmín fluyendo por todas las calles desde la colina y acompañando a la mujer hasta el río. La lluvia era feroz. Cuando la mujer se internó en la espesura de los árboles del río, la tormenta cesó. La búsqueda duró varios días, sus ropas se encontraron flotando junto a la orilla pero jamás se encontró su cuerpo. Nunca en el pueblo comprendimos lo sucedido. Hoy mi hija dijo haber visto, durante la tormenta, que el agua que caía en riada por las calles tenía color rojo, como de sangre. Yo le he dicho que es por culpa del matadero que hay en lo alto de la colina, y que cuando hay matanza y coincide con lluvia, las calles tienen siempre ese color. Como sentía algo de frió fui a echar un pedazo de leña a la chimenea, al otro lado de la sala, mientras mi hija en la ventana, con voz serena, aunque algo contrariada me dijo: -“¡Mamá!, ¡Va descalza! ¡Esa mujer va descalza!, y... Mamá... esa mujer,... esa mujer, se parece a ti”