domingo, 16 de diciembre de 2007

De un sueño.

Con el aire que entra por mi ventana me he fabricado un torbellino que arranca el papel de las paredes y la alfombra hace flotar como la de Aladino, y me he subido en ella, dejándome mecer por los terribles vientos, aguantando el daño con el que me golpean los libros, esquivando la lámpara que quema, y el armario abierto al infinito. Cómo me hubiera gustado naufragar encima de mi cama y ahogarme en el sueño, de no ser porque encima de esas cajas, en lo más alto junto al techo, he visto de nuevo tu fotografía, y tu recuerdo borra el aire, me seca la boca, pega las tripas y acaba con todo intento de vencer a mi mediocre fantasía.