Si vas a construirte una casa recuerda:
Si no la calienta tu miedo, es muy grande.
Si la calienta tu soberbia, es muy pequeña.
Si la calienta tu engreimiento, debes de ampliar la pista de tenis, y pensar en un helipuerto.
Si no la calentáis entre dos, que no siga creciendo.
Si no la calentáis entre tres, se te olvido lo primordial: ponerle techo.
Si se calienta sola ¿cómo sabes que existes?
Si no la calienta tu alegría, baja los techos y oriéntala bien.
Si no se calienta con caricias lo hará con escalofríos.
Si se calentó en tu ausencia, huye y no vuelvas.
Si la calienta tu vergüenza arderá tu cara pero no la hoguera.
Si se calienta y quema, deja que prenda.
Si no la calienta tu miedo, es muy grande.
Si la calienta tu soberbia, es muy pequeña.
Si la calienta tu engreimiento, debes de ampliar la pista de tenis, y pensar en un helipuerto.
Si no la calentáis entre dos, que no siga creciendo.
Si no la calentáis entre tres, se te olvido lo primordial: ponerle techo.
Si se calienta sola ¿cómo sabes que existes?
Si no la calienta tu alegría, baja los techos y oriéntala bien.
Si no se calienta con caricias lo hará con escalofríos.
Si se calentó en tu ausencia, huye y no vuelvas.
Si la calienta tu vergüenza arderá tu cara pero no la hoguera.
Si se calienta y quema, deja que prenda.
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